Robert Pattinson ya puede agradecer a sus buenos reflejos, que durante el rodaje de Water for Elephants le salvaron de ser aplastado por un elefante de cuatro toneladas.
Eso fue lo que pasó: Rob estaba lavando a Rosie, su compañera paquidermo, que tenía que moverse hacia delante y mover la trompa. Sin embargo, parece que el animal no entendió las órdenes y, en vez de ir hacia delante, levantó las patas delanteras y fue a sentarse justo donde se encontraba el actor británico.
Por suerte, Rob tiene unos reflejos dignos del mismisimo Edward Cullen porque consiguió desplazarse hasta el lomo de Rosie evitando así que le aplastara y le hiciera acabar en un charco de barro.
Cuando Rob se levantó, sucio de pies a cabeza pero sano y salvo, todos los presentes (Resee Witherspoon incluida) pasaron inmediatamente del miedo a que se hubiera hecho daño a una gran risa colectiva, mientras que nuestro querido vampiro sólo fue capaz de decir: "¡Me alegro de que no se haya sentado encima de mi!".
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